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¿Tu empresa necesita servicios de gestión de riesgo?
Toda organización tiene riesgos.
Cada uno significa algo diferente para cada compañía, por lo que es importante identificar, analizar y mitigar el riesgo a la medida de su organización. Los riesgos pueden ser moldeados por el entorno local, nacional y global en el que operan las empresas.
Por esto es vital comprender cómo los riesgos evolucionan con el tiempo, se interconectan y se impactan entre sí.
Dirigir un negocio conlleva distintos tipos de riesgos. Algunos de estos peligros potenciales pueden destruir una empresa, mientras que otros pueden causar daños graves cuya reparación es costosa y requiere mucho tiempo.
A pesar de los riesgos implícitos que trae hacer un negocio, los directores, ejecutivos y los consultores de gestión de riesgos pueden anticipar y prepararse independientemente del tamaño de tu negocio.
La capacidad de identificar riesgos es una parte clave de la planificación comercial estratégica.
Los riesgos se identifican de diversas formas. Las estrategias para hacerlo se basan en un análisis exhaustivo de las actividades operativas de una empresa. La mayoría de las organizaciones se enfrentan a amenazas externas e internas que pueden gestionarse mediante aceptación, transferencia, reducción o eliminación.
Si un riesgo se convierte en realidad, una compañía bien preparada podría minimizar el impacto en las ganancias, la pérdida de tiempo, la disminución de la productividad y el efecto negativo en los clientes.
La identificación de los riesgos se lleva a cabo por un grupo de expertos, ellos atraviesan las primeras cuatro etapas, indispensables y obligatorias para toda empresa que desee gestionar los riesgos. Las restantes etapas que son el tratamiento del riesgo dependen de cada empresa y sus objetivos.
Los riesgos físicos incluyen peligros que representan una amenaza para los activos físicos, incluidos edificios, equipos y personas. Los riesgos pueden ser eventos como incendios, inundaciones, terremotos, huracanes o delitos como robo y vandalismo.
El daño físico puede representar un riesgo para tu negocio de varias maneras:
Los riesgos operativos involucran el funcionamiento diario de su organización, desde errores humanos o comportamiento inapropiado del personal, hasta fallas de sistemas.
Cualquier cosa que sea un inconveniente en sus actividades internas tendrá un impacto en su negocio, lo que podría resultar en:
Hacer negocios en un mundo cada vez más digital conlleva riesgos y recompensas. Los ciberataques y el daño a la reputación que puede causar una violación de datos son una preocupación creciente para muchas empresas.
Los riesgos tecnológicos también se pueden vincular a eventos como la pérdida de energía o la suspensión de sistemas y equipos.
¿Cómo saber si has tomado la decisión correcta para tu negocio?
La toma de decisiones a menudo implica equilibrar el riesgo con la recompensa. Por un lado, la decisión correcta podría ayudarte a lograr tus objetivos comerciales, y por otro lado, un movimiento en falso podría afectar negativamente a tu organización.
Además, no se trata solo de la decisión en sí, sino también de la forma en que se ejecuta. Una mala estrategia puede resultar en múltiples desafíos:
Las empresas se rigen por una gran cantidad de legislación, reglamentación y responsabilidades, tanto obligatorias como voluntarias.
Algunas serán exclusivas de tu organización, industria o sector, otras serán más genéricas en todas las empresas, como la salud, la seguridad y la ley de protección de datos. Los riesgos de incumplimiento pueden ser graves, incluidas acciones legales, multas, sanciones e incluso el cierre.
El riesgo financiero es un buen ejemplo de las presiones externas que pueden enfrentar las empresas. Desde las incertidumbres económicas y los mercados financieros volátiles, hasta el paso hacia las finanzas sostenibles con inversores que toman cada vez más en cuenta los factores ambientales y sociales.
Todas estas cosas pueden afectar financieramente a una organización, junto con riesgos como una mala planificación y proyección financiera, y actividades fraudulentas.
Los riesgos financieros pueden provocar:
El daño a la reputación es a menudo una consecuencia de los riesgos comerciales mal gestionados, desde no cumplir con sus responsabilidades hasta tomar una decisión equivocada.
En un mundo donde las noticias y opiniones se pueden compartir instantáneamente a través de las redes sociales, es más importante comprender el riesgo de reputación y cómo protegerse.
También es importante reconocer el potencial de una buena gestión de riesgos para mejorar tu reputación, ya que los clientes valoran cada vez más la honestidad, la transparencia y la acción positiva en torno a los problemas que les preocupan.
La diferencia más básica es que la auditoría identifica peligros, mientras el mapa de gestión de riesgos es una herramienta que identifica, ubica y relaciona las situaciones o actividades riesgosas.
Un mapa de gestión de riesgos también ayuda a organizar, definir y comunicar rápidamente estos riesgos clave, es decir, coopera al reducir la complejidad. Para todas las empresas, existen riesgos que deben identificarse y abordarse para prevenir o minimizar las pérdidas.
Es un examen objetivo con el fin de proporcionar una evaluación independiente sobre los procesos operacionales. Es un medio estructurado para identificar y establecer las principales fuentes y tipos de aseguramiento en una organización y coordinarlas para lograr el mejor efecto.
También es una guía útil para pensar en la conexión entre la gestión de riesgos y el aseguramiento.
Una auditoría puede ayudar a detectar peligros dentro de la empresa. Precisa las debilidades o errores presentes en la organización para así poder tomar decisiones. Como resultado, una auditoría puede ayudar a encontrar errores antes de que sean más graves. A largo plazo, encaminará a la compañía y mejorará los resultados de un negocio.
Una buena evaluación de riesgos es parte importante del proceso de elaboración de un plan sólido de auditoría o mapa de gestión de riesgos. Ambas herramientas son utilizadas por la gestión de riesgos para identificar y documentar los riesgos de la organización y poder mitigarlos.
Estos procesos son una herramienta poderosa que brinda grandes conocimientos a las juntas directivas y la alta dirección en una empresa, porque permiten que los responsables de la toma de decisiones se sientan cómodos con la garantía proporcionada, y así maximizan el valor de esa garantía para toda la organización.
Un consultor de gestión de riesgos es un asesor que ayuda a las organizaciones y las personas a evaluar su riesgo y desarrollar un plan para minimizar su exposición a pérdidas.
Con el panorama normativo y tecnológico en constante cambio y evolución, a continuación te mostramos una lista de habilidades que creemos que un buen gestor de riesgos debería tener:
El consultor de riesgos ideal debe dominar los diferentes indicadores financieros que están vinculados a:
Como gestor de riesgos debe poseer habilidades analíticas y tener buen ojo para los detalles. Esto combinado con la abstracción requerida para ver el panorama general.
Podrá así señalar situaciones urgentes más pequeñas en las que deberá intervenir. De esta manera podrá interpretar los datos y aplicar conocimientos valiosos en toda la organización.
Lo que a una persona le parece un conjunto complejo de números son datos valiosos que se pueden utilizar para reducir el riesgo en una empresa.
No importa el sector económico donde se desenvuelva, el consultor de riesgos debe conocer bien la industria y el mercado donde opera la empresa con la cual trabajará y así estará mucho mejor equipado para identificar los riesgos que plantean.
Así el gestor de riesgos tendrá una mejor noción de cómo clasificar, puntuar y agrupar cualquier riesgo potencial para la empresa en un momento dado.
El consultor de riesgos debe tener una visión de futuro y una mentalidad estratégica, y la capacidad de comprender los riesgos potenciales para la empresa, tanto a nivel especifico como en una perspectiva más amplia de la empresa. para ofrecer soluciones que se alineen con los objetivos comerciales y obedecer las salvaguardas de riesgos.
La tecnología ahora juega un papel integral en la gestión de riesgos. Por ejemplo, los macrodatos y el análisis predictivo se utilizan para recopilar y evaluar grandes conjuntos de datos valiosos para identificar tendencias y exponer riesgos.
Deben ser lo suficientemente expertos en tecnología para poder utilizar de manera efectiva la tecnología de big data.
Las calificaciones requeridas para un consultor de riesgos exitoso son:
Los consultores de riesgos utilizan su experiencia para ayudar a las empresas a reducir o eliminar el riesgo que asumen al realizar procesos operativos.
Las mejores empresas de consultoría en gestión de riesgos son: MAPFRE, Marsh y AON.
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